Vuelta al mundo (parte 1)

El inicio de la travesía

¿Has pensado alguna vez en dar la vuelta al mundo? Hoy estoy completamente al otro lado del mundo. Me separan 12 horas de casa. El cambio fue gradual en un viaje que inicié hace un mes y que sin querer se convirtió en una vuelta al mundo.

Siempre me han parecido fascinantes las travesías, considero que es lo que forma a un viajero, es lo que le hace enfrentarse a obstáculos, aprender vías y trucos para llegar a su destino, descubrir nuevos medios de transporte o rutas alternas. Desde entonces, estudiaba los vuelos que específicamente son para eso y que tienen todas las aerolíneas en combinación con sus filiales de la alianza a la que pertenezca cada una. Imaginaba que sería algo tal vez imposible para mí en ese momento, pero me parecía emocionante imaginar en dónde haría las escalas correspondientes.

Pero en esta ocasión, sin haberlo calculado, reservé un crucero que me llevaría de Dubai a Singapur en 17 días, sin tener vuelos aún hacia ningún lado inicié con la planeación y me pareció que lo más lógico sería iniciar el viaje hacia el este.

Mi primer cambio de horario fue entonces para volar a Nueva York, y desde ahí, luego de pasar una noche para ir a la ópera, volé a Barcelona. No tenía más vuelos pero lo fui armando poco a poco y sobre la marcha. De Barcelona decidí pasar por Colonia (Alemania), una de las ciudades más importantes de ese país y que más me han gustado. De ahí continué hasta Estambul porque descubrí una aerolínea de bajo costo de Turquía, y tratando de reducir el gasto, encontré la aerolínea de bajo costo de Emirates Airlines, que es Flydubai. El problema estaba ya solucionado y la ruta armada.

Los mexicanos ya no necesitamos visa para visitar los Emiratos Árabes y eso fue algo que me ayudó a decidir por el barco, anteriormente era costosa y complicado el tramite para la visa. Así que hoy que aunque ya vuela Emirates Airlines, les recomiendo que si quieren abaratar los costos o si están ya en Europa, busquen la opción de Flydubai.

Mi viaje duraría un mes y quería que fuera significativo, elegí hoteles que por distintas circunstancias son únicos, y también los fui decidiendo sobre la marcha. Estoy acostumbrado a hacer todo de último minuto y eso me ha ayudado a conocer más lugares de los que he imaginado, porque en realidad me voy moviendo sin exigencias hacia donde cuesta menos llegar. De nuevo, las experiencias que dan las travesías.

Aunque mientras escribo esto ya estoy más lejos de lo que esperaba, me gustaría iniciar con esto, y a partir de aquí ir contando algunas cosas aprendidas, pensadas y consejos para esos destinos.

Lo primero fue: Nueva York. La ciudad con la que tengo tanto conflicto entre amor y odio, o como lo escribí anteriormente, un amor maduro, que si no has leído ese artículo, creo que te puede gustar si eres un fan de esa ciudad o si es que está en tus planes.

Casi en cada ocasión que viajo a esa ciudad, trato de hospedarme en un lugar diferente. Es una ciudad compleja porque ofrece demasiado, con lo que la decisión de hospedaje siempre puede ser complicada no sólo por que la zona presenta una decisión que tomar por sí misma, sino porque una elección errónea puede ser sinceramente mala.

Me hospedé en el hotel The Renwick, que es una colección de hoteles pequeños y con mucho significado histórico y arquitectónico en cada ciudad.

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